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21 noviembre 2006

El Maltrato y el Abandono Animal




Hay un tema que siempre ha sido mi gran preocupación y que constantemente he querido ponerlo a consideración de ustedes apreciados lectores: es sobre el maltrato y abandono animal.

En numerosas ocasiones he escuchado de muchas personas decir que “no es tiempo para hablar de este problema”, cuando no hemos sido capaces de solucionar nuestras complicaciones sociales; la gente muere de hambre y de sed; los niños son violentados por los adultos y los minusvalidos no tiene la oportunidad de realizarse. “Entonces ¿por que preocuparnos por los animales cuando hay tanto por hacer por el ser humano?”.

Ni pensar en proponer campañas para alimentarlos y/o curarlos, o legislar a favor de su protección; cuando estamos tan ocupados con los paramilitares, las guerrillas y los narcotraficantes.

Cómo ocupar a la fuerza publica en un caso de abuso a un animal, cuando esta debería de estar concentrada solo en asuntos “importantes”.

Es tan grande la apatía y la negligencia hacia esta problemática que muchas personas ni se imaginan que los animales posean Derechos, son protegidos por Leyes y Acuerdos y que dichas normas se deben aplicar y exigir, (por ciudadanos, funcionarios públicos y autoridades) en nuestro país.

Un ejemplo de dicha normatividad es La Declaración Universal de los Derechos de los Animales; que se suscito al considerar que “todos los animales poseen derechos; que el desconocimiento y el menosprecio de estos derechos han llevado al hombre a cometer atentados contra la naturaleza y contra los animales; que el reconocimiento por la especie humana del derecho a la existencia de otras especies animales constituye el fundamento de la coexistencia de las especies de todo el mundo; que los genocidios son perpetrados por el hombre y amenazan con seguir produciéndose; que el respeto a los animales por el hombre es vinculante al propio respeto entre los hombres; y que la educación ha de proporcionar en la infancia la observación, comprensión, respeto y afecto con respecto a los animales”. Este acuerdo fue acogido por la Liga Internacional de los Derechos del Animal y por las Ligas Nacionales afiliadas; en la III Reunión sobre los derechos del animal (Londres 1977), proclamada en 1978, y aprobada por nada mas y nada menos, que por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Lastimosamente dichos acuerdos internacionales no son reglamentados en algunos países (ya que consideran que afecta su ansia de enriquecimiento y/o el de algunos particulares) y en los que si, el cumplimiento es nulo debido al desinterés de los dirigentes y autoridades.

Por esa razón y algunas otras, los atropellos hacia los animales se siguen presentando. Muchas veces justificándose en arcaicas creencias, anacrónicas tradiciones, métodos científicos revaluados, o lo hacen con la excusa que mas me indigna, “es que somos tan pobres que…”

Las grandes corporaciones y el sistema económico atenta contra los animales cuando se sobreexplotan los recursos naturales y se contaminan sus ecosistemas; los amos atentan contra sus esclavos cuando no le suplen sus necesidades básicas, se les abandona, se les sobreesfuerza o se les expone a condiciones extremas; los adiestradores atentan contra las mascotas cuando les reprime los comportamientos naturales e instintivos.

Los humanos indiscutiblemente transgredimos su “original” etología, anatomía y fisiología en todas circunstancias en las que los ubicamos: Animales amarrados en un patio, exiliados en una terraza o dejados a la intemperie en la calle; mascotas castigadas brutalmente por algún “pelele” que descarga contra ellos sus sentimientos reprimidos; las que solo son usadas como juguete para niños a sabiendas que no poseen el sentido de la responsabilidad bien definido; los animales usados para la “diversión de los adultos”, como los mal llamados Perros Peligrosos entrenados para peleas callejeras donde se destrozan mutuamente, otras victimas del morbo son los Toros de Lidia que deben pasar por extensas torturas físicas y psicológicas en el ruedo.

Otro ejemplo de abuso, son los Animales de circo, trasladados constantemente y muchas veces inadecuadamente, condenados a vivir aislados, encerrados o atados de por vida (algunas organizaciones argumentan que estos animales reciben castigos físicos para obligarlos a cumplir con actos a los que les temen, al igual que drogas, descargas eléctricas y desnutrición para amansarlos, extracción de uñas y dientes para diezmar su defensa)

Otra forma de maltrato es el sufrido por los animales de producción; no siendo suficiente las condiciones en que son puestos, por las técnicas productivas tradicionales, se han llevado hasta un nivel inhumano. Un ejemplo de esto son los cerdos confinados en celdas metálicas a su medida, donde no pueden cambiar de posición el cuerpo. De forma similar los ornamentales y de compañía sufren amputaciones estéticas, como el corte de orejas, cola y falanges, lo que les impide su normal locomoción y comunicación.

Triste el drama de los animales de trabajo, que son obligados a hacerlo hasta el agotamiento, como el caso de los caballos carretilleros que son alquilados a cualquier individuo muchas veces estando enfermos, lesionados, en avanzada edad o en gestación. Después de la manera más ingrata, cuando no pueden trabajar, son vendidos a mataderos clandestinos o simplemente los abandonan.

Podríamos seguir mencionando más casos, de maltrato y abandono animal, la literatura al respecto es extensa; las páginas Web de las organizaciones que luchan por un poco de piedad y de quienes exigen igualdad están bien justificadas y documentadas, las fotografías son desgarradoras, los casos son reales y en algunos se usan nombres propios. La capacidad de síntesis es un antagónico, cuando lo que se busca con la descripción es abrir los ojos ante la injusticia, lastimosamente solo tengo una pagina para hacerlo. Prometo que si para otra edición aun es “tiempo de hablar de este problema”, si hay un poco menos para “hacer por el ser humano” o si otro tema no ocupa nuestra atención. Intentare extender lo expuesto.

* Fotografía tomada de página Web uruguaya