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20 junio 2006

MIO, con Gas o Diesel




Por estos días vuelve a salir a la opinión publica el tema de la elección del combustible que usaran los buses articulados del sistema de transporte masivo de nuestra ciudad, el MIO. Y no esta de más aprovechar estos momentos de calor, para intentar informar y crear conciencia en los ciudadanos sobre las alternativas y los efectos socioeconómicos – ambientales, que tendrá dicha decisión sobre Santiago de Cali.

La controversia se da por el beneficio – costo de implementar tecnologías limpias (motores y combustibles) en el sistema de transporte a implantar, sobretodo cuando los beneficios no se expresaran en lucro directo, si no en prestigio y en incremento de la calidad de vida de la población.

El gas natural comprimido (GNC) para vehículos, tiene como ventaja los siguientes puntos: Primero, es un recurso abundante y es suficiente para cubrir la demanda interna, lo que trae consigo seguridad de autoabastecimiento (cerca de 20 años, mientras que las de petróleo sólo alcanzan para 5 años más). Segundo, reduce el consumo de gasolina y diesel disminuyendo su importación y el pago de divisas. Tercero, como su proceso de producción es sencillo y económico, el costo del producto final es bajo comparado con el diesel. Cuarto, el GNC tendrá una tarifa estable y conocida durante los 10 años del contrato, a diferencia del diesel que depende de las fluctuaciones de los precios internacionales. Quinto, la mezcla entre el combustible y el agente oxidante (Gas y aire) es homogénea y su posterior combustión completa, el mantenimiento y la vida útil del motor es mucho mas amplia; y lo mas importante, tanto las emisiones de gases tóxicos, cancerigenos y de invernadero, como el material particulado, residuos peligrosos (aceite quemado y sus envases) y hasta el ruido, se verán disminuidos.

Como, la adopción de dicha tecnología, tiene un costo elevado, es escasa, no probada y requiere de personal capacitado; generara desventajas en la operación e incremento en los costos para el usuario; obstáculos que deberán enfrentar los operadores privados a la hora de decidirse por esta opción.

En contrapropuesta, la elección del diesel tiene como ventaja lo siguiente: el costo de los motores es inferior, la tecnología es bien conocida, ya es utilizada en sinnúmero de vehículos, el tiempo de abastecimiento es menor y se cuenta con la experiencia de Transmilenio en Bogotá, en cuanto a transporte masivo se refiere.

Pero al decidirse por esta iniciativa, llegara el momento de importar el diesel y de sortear todas las variables económicas que van ligadas con ese hecho; como también, esperar que todos los problemas ambientales se continúen acentuando.

Entre los agentes contaminantes que se seguirán produciendo por la combustión diesel de los motores de los futuros buses articulados estarán: Los Hidrocarburos sin quemar (metanos, parafinas, olefinas, aldehídos, aromáticos, etc.), que producen problemas respiratorios, de piel, irritan los ojos, son potencialmente cancerigenos como mutagénicos, y en la atmósfera reaccionan formando oxidantes fotoquímicos como el ozono y los nitratos de peroxiacilo. El Monóxido de carbono, que limita la capacidad oxigenación de los tejidos y contribuye al efecto invernadero. Los Compuestos azufrados (oxido de azufre, anhídrido sulfuroso), que producen bronco-constricción, irrita las vías respiratorias, afecta los pulmones, agrava el asma, las bronquitis y enfisemas, produce tos persistente; es responsables de la lluvia acida, que baja el pH de los suelos y las aguas de bosques y cultivos, así como del mismo modo, corroe las edificaciones y monumentos citadinos. Los Compuestos con nitrógeno (oxido nítrico, oxido de nitrógeno, oxido nitroso, tetraoxido de nitrógeno, anhídrido nitroso y anhídrido nítrico) que afectan las vías respiratorias, incrementa la susceptibilidad a enfermedades virales y alergias, irrita los pulmones, edemas, bronquitis, neumonías y producen lluvia acida. El Ozono troposférico, que irrita vías respiratorias, piel y ojos. Y las Partículas en suspensión, que reducen la función pulmonar y dañan su estructura, son toxicas, aumenta la susceptibilidad de enfermedades respiratorias y a desarrollar cáncer.

¿Como resolvería usted este dilema? ¿Gas o diesel? ¿Dinero o ambiente sano? ¿Economía o morbilidad? ¿Un MIO para los pobres o uno para los ambientalistas? Quienes apoyan la propuesta del diesel, aseguran que el sobrecosto de operar con gas sobre será asumido en totalidad por la clase menos favorecida al ver incrementados sus pasajes en $300 ó $600, y que el negocio solo producirá para lucro del operador, negándole a la ciudad otro recurso de inversión social, también la oportunidad de usar el futuro biodiesel que reduciría el impacto ambiental y la dependencia del petróleo.

Pero la balanza, no se puede recargar toda hacia el lado de la economía, olvidándose del aspecto biofísico (agua, aire, fauna, flora) y del humano, ¿será que esos $600 tienen más valor que una sociedad sana y productiva? ¿Tendrán más valor que contar con mejores condiciones climáticas? ¿Tendrán más valor que los compromisos internacionales en pro de un ambiente sano, como el de Kyoto?

¿Será que nuestra clase trabajadora es tan paupérrima que no se merece llegar a casa un sistema de transporte masivo modelo de ecoeficiencia y generador de orgullo propio? ¿Será que dichos sobrecostos, no podrán ser redimidos con beneficios como la reducción del IVA y los aranceles para los buses con tecnología limpia que sean importados, ó negociar con los productores la estabilidad en los precios del gas o inclusive desgravarlos ó comercializar toneladas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con algún país europeo?

¿Será que ya es hora de acabar con la visión de inopia y conformismo?, y dejar de pensar que merecemos cocinarnos en nuestra propia polución. ¿Será que ya es hora de que los encargados de administrar y dirigir nuestros destinos (sobre todo los más jóvenes) demuestren su capacidad de sacar adelante proyectos con visión? ¿Será que ya es hora de que los operadores no piensen en busetas, busetones y buses, si no en un sistema de transporte masivo e integrado? ¿Será que ya es hora de evolucionar?

¿Seremos capaces de demostrar con hechos y no con demagogia, que no necesitamos que el gobierno central venga a solucionar hasta este problema y que nuestra raza puede hacerlo sin necesidad de la participación directa de los visionarios bogotanos y antioqueños?

Por el momento, la decisión de que si el MIO usa GNC o diesel es solamente un asunto de ganar 3 puntos en una licitación, puntos que no inclinan, para nada, la balanza hacia el gas; además que el Gobierno Central, al parecer, no ha determinado políticas claras sobre el tema. Esta situación deja en manos de los particulares una medida que afectara la salud pública. Ojala que con el dinero ahorrado producto del uso de un combustible “barato” lo inviertan en muchas obras sociales, como hospitales y centros de atención a enfermedades respiratorias y oncológicas, pues los podríamos necesitar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

Que buen documento, aunque es bien complicado el tema. El que se lance a decir que es mejor $300 o $600 pesos de sobrecosto no estaria muy enfocado, porque la mayor parte de la población caleña es pobre, y un incremento de 50 pesos disminuye enomemente la demanda de transporte, hay gente que diariamente se levanta lo del pasaje con trabajo y no tiene ni para pagarlo completo, piden rebaja y se suben por la registradora, si a eso le sumas que habrá gente que preferirá aguantarse un sol del pu%$" e irse en bicicleta o utilizar medios de transporte piratas como se presenta actualmente (taxis buses, moto ratones, carros particulares, camperos, etc) tendrán disminución en la demanda, implicando incrementar la tarifa para saldar costos de perdida de demanda (que en ultima todos los gastos de operación tienen que salir de la tarifa), lo que implica mas perdida de demanda, y en ultimas un sistema no autosostenible, y con el diesel ni decir, es evidente que en ultimas la tarifa aumentará por los altos precios y escaces del mismo. Tema Complejo, de amplio análisis, y con grandes riesgos.

Fabian Armando Holguin Macias dijo...

Gracias, anónimo, por la lectura

Como usted lo asegura 300 o 600 pesos de mas puede significar mucho para la clase menos favorecida, por tal razón como lo supuse, dichos sobrecostos, podrían ser redimidos con beneficios como la reducción del IVA y los aranceles para los buses con tecnología limpia que sean importados, ó negociar con los productores la estabilidad en los precios del gas o inclusive desgravarlos ó comercializar toneladas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero con algún país europeo. Entre muchas más estrategias. Es nuestro trabajo encontrarlas y aplicarlas, y así permitir la sostenibilidad del nuevo sistema de transporte.

Un Cordial Saludo

Fabián Holguín
Misión Animal