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28 noviembre 2007


Más de Mil Ballenas Serán Asesinadas por Japón

El Japón se lanza a la mar para matar entre mil a mil cuatrocientas ballenas. Según ellos para llevar a cabo una investigación científica relacionada con los hábitos alimenticios y de reproducción de algunas especies. ¿Será que esta, desproporcionada y disparatada, investigación (Programa Japonés de Investigación Antártico, JARPA II) no es mas que la excusa perfecta para continuar sustrayendo 2.000 toneladas de carne de ballena/año? Producto que al ser llevado al mercado tendría un precio aproximado de 33 millones de euros. Según Greenpeace, esta cifra se multiplicaría por 3 al ser vendida directamente a los comercios minoristas.

Y es que por más que intenten disfrazar de buenas intenciones su furtiva cacería, hay muchísimas pruebas que delatan sus verdaderas intenciones, incrementar la oferta de carne de ballena en los mercado internacionales. Una de esas pruebas es su enérgico afán por evadir la moratoria impuesta para proteger a los cetáceos de su extinción, debido al indudable declive de las poblaciones de ballenas en el mundo amenazadas, entre otras cosas, por la presión de las flotas balleneras. Acudiendo a una treta sucia como el chantaje, lograron obtener un esquivo estatus que le permitiría cazar ballenas a pesar de una prohibición global a su cacería comercial, impuesta por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) en 1986. Tal aprobación admite a los balleneros japoneses matar ballenas minke (Balaenoptera acutorostrata), rorcual común (Balaenoptera physalus), jorobadas (Megaptera novaeangliae) y sei (Balaenoptera borealis); especies que se encuentran en peligro de extinción.

Según la BBC, Japón reconoció públicamente que “utiliza la ayuda exterior como medio para obtener apoyo a su campaña destinada a que se levante la prohibición internacional de la caza de ballenas. El director de la agencia de pesca japonesa, Maseyuku Komatsu, dijo que su país no tenía otras opciones (como el poderío militar) para influir sobre otros países y por ello tenía que recurrir a la diplomacia y la ayuda exterior. Se presume que varios países caribeños y del Pacífico Sur han aceptado ayuda a cambio de apoyar a Japón en sus esfuerzos por que se permita cazar ballenas con fines comerciales. Seis países caribeños votaron con Japón el año pasado en prácticamente todas las mociones durante una reunión de la CBI y rechazaron una propuesta australiana de crear un santuario de ballenas en el Pacífico Sur. Dominica es uno de los países acusados de sacrificar su reputación como guardián de la flora y la fauna a cambio de dinero.

El ex ministro de Medio Ambiente de Dominica, Atherton Martin, renunció el año pasado como protesta contra lo que veía como una prueba de que su país había sido sobornado por Japón para que lo apoyara en una reunión de la Comisión Ballenera Internacional”[1]. (Los japoneses) anunciaron que si no lograban que Dominica los apoyara, tendrían que reconsiderar los proyectos (financiados por Japón) en Dominica".

"Si no es una extorsión por parte del gobierno japonés, no sé lo que es", agregó Martin

Otra prueba, es la que presentan los miembros del Comité Científico de la CBI. Quienes criticaron severamente esta cacería, en la reunión anual de la CBI del 28 de mayo del presente año (Anchorage, Alaska). El Comité Científico comentó que había “poco incentivo” para que Japón produzca datos recolectados de su programa de cacería de ballenas JARPA. El comité señaló además, que los datos que han sido compartidos son “de poco valor real”. El informe del comité criticó el valor científico del programa de cacería de Japón, diciendo que, “después de 18 años y la muerte de 6,795 ballenas aportó muy poco a nuestra comprensión de la biología de las ballenas minke o su ecología.

Sumado a lo anterior, el pasado 15 noviembre 2007, se publicó un informe llamado: “El Reporte de Londres sobre Caza Ilegal de Ballenas”, por un panel internacional de expertos legales independientes. Estos cuestionan el estatus legal de la cacería realizada por Japón, particularmente la matanza de ballenas jorbadas y sei. Dicho panel también recomienda que la comunidad internacional tome acciones en contra del Gobierno Japonés por sus violaciones al Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Este Reporte ratifica que la matanza de ballenas jorobadas y sei que llevará a cabo Japón este año, así como la caza continuada de otras especies de ballenas “es principalmente para fines comerciales” y “claramente constituye comercio internacional”

La tercera prueba también la expuso el Comité Científico de la CBI, que criticó a Japón por no adoptar suficientes medidas para proteger a la ballena gris (Eschrichtius robustus), que está en grave peligro de extinción, y cuya supervivencia se encuentra amenazada por la alta tasa de muertes por pesca incidental en aguas japonesas. En su informe, el comité hizo hincapié en la falta de compromiso de la delegación japonesa en el tema. Y por la falta de acceso que se le había concedido a las “traducciones autorizadas de las órdenes y los reglamentos japoneses” relacionados con la “retención y disposición de las ballenas francas (B. mysticetus, E. australis, E. glaciales, E. japonica) vivas víctimas de la pesca incidental”, y señalaron que los funcionarios japoneses únicamente les proporcionaron “declaraciones confusas.[2]

Otra tesis, sobre los motivos de incrementar la cuota de ballenas sacrificadas en JARPA I, la plantea la Whale and Dolphin Conservation Society (WDCS), quienes creen que la expansión de las cacerías de Japón, “no está motivada por un mercado creciente para la carne, mas bien intenta poner presión política a la CBI. El dramático incremento en la cacería conducida fuera del control de la CBI, ha llevado a varios de sus miembros a argumentar que la moratoria debería ser levantada y que deberían asignarse cuotas comerciales dentro del régimen de manejo operado por la CBI. Sin embargo, la Comisión no ha sido capaz de acordar ningún esquema de manejo capaz de controlar la cacería, o detectar infracciones punibles, y persiste el problema normativo que aún prevé un “mico” (esta palabra es mía) para completar cuotas o tomar especies adicionales, aún si la cacería comercial fuera legal nuevamente”[3]

La evidencia encontrada se va sumando a la opinión legal creciente que critica fuertemente las operaciones de caza de este país. De acuerdo con el Embajador Alberto Szekely, Profesor de Derecho Internacional y Coordinador del Panel de Expertos dijo que, “La aseveración repetida por el Gobierno japonés de que la caza que realiza es legal es incorrecta y engañosa. “Caza científica” como la que lleva acabo Japón viola leyes internacionales y no se debería permitir que continúe.” “Algunos de los expertos legales más reconocidos en el mundo han construido el caso. La cacería que Japón insiste en mantener es ilegal. Es hora de que la comunidad internacional actúe para ponerle fin a esta matanza,” afirma Patrick Ramaje, Director del Programa Global de Ballenas del Fondo Internacional para la Protección de los Animales y su Hábitat (IFAW)[4]

“El programa de cacería de ballenas de Japón no está produciendo ciencia. Lo que está produciendo son miles de ballenas muertas”, añadió Beatriz Bugeda, Directora del IFAW para América Latina.

“La supervivencia de la ballena gris del Pacífico Oeste, que está en grave peligro, depende de que Japón adopte medidas oportunas y directas para reducir el número de muertes de estas ballenas en las redes de pesca”, dijo Naoko Funahashi, representante del IFAW en Japón.
*Foto: Diario El País de España: http://www.elpais.com

1 comentario:

La_Realidad dijo...

La estúpidez del ser humano es cada vez más perjudicial para éste planeta. En nombre de la ciencia el ser humano tortura y avasalla ecosistemas, destruye hábitats y quebranta la armonía de la naturaleza. Será que algún día el ser humano entenderá que no es la única especie que debe vivir sobre el planeta??Saludos fabianchin